jueves, 20 de marzo de 2014

MOJARSE



José Francisco Luz Gómez de Travecedo

Él ya se ha expresado. Yo quiero, hoy, apoyarlo con mi escrito. Con independencia del fondo y forma de sus cartas, tiene el valor de “mojarse”. Arrostra críticas adversas, como podemos leer, pero resulta indudable que es un hombre libre que, guste o no, expone sus opiniones. Lo hace bien y con ingenio y merece nuestra consideración. De hecho, cuando escribo, yo también busco provocar reacciones en la opinión pública, fomentar la crítica y alentar a que muchos otros se lancen al ruedo y expongan sus juicios. Estoy cierto que del contraste de pareceres surge la luz, la idea genial que permite salir de los embrollos en los que encallamos una y otra vez. ¡Ojala haya muchos Evaristos Torres Olivas, pues a él me refiero, que con su crítica, crispando sí, hagan difícil, por no decir imposibles, las maquiavélicas maniobras de la clase política que hoy soportamos. Es desolador oír decir a los ciudadanos, a la hora de opinar, a modo de excusa, que no entienden de política, pero que... tal o cual. O sea, la política para los políticos que son los que entienden aunque deben ser comprensivos con nuestra impericia. ¡Ellos, a los que solo se les exige la mayoría de edad y la nacionalidad! Ellos, que son incapaces de expresar por escrito sus opiniones sobre los temas de actualidad.  ¿Qué piensan del Estado y su dilución autonómica? ¿Qué piensan de la inexistente separación de poderes? ¿Saben algo de Montesquieu? ¿Qué entienden por nación? ¿Saben algo de la izquierda; por caso, de los ocho modelos de Gustavo Bueno? ¿Quiénes eran los jacobinos? ¿Qué piensan de la disgregación del cuerpo social minado por la continua transferencia de competencias, la primera: la legislativa, y, ahora, por los ataques a la lengua común, el español? ¿Qué piensan del lebensraum, espacio vital, que se nos ha ido al carajo? ¿Qué juicio les merece el Estado moral; han leído la opinión de Schopenhauer al respecto? ¿Y de la ley electoral? ¿Qué piensan de la eutanasia, del aborto más allá de la organogénesis, de la propuesta de conceder “algunos derechos humanos a los grandes simios”? ¿Y del modelo económico? ¿De la energía, qué hay? ¿Es compatible el respeto al Soberano (la nación) con el otorgamiento del voto (expresión de la parte alícuota de soberanía que corresponde a cada ciudadano) sin consulta popular, al extranjero? ¿Qué piensan del fomento de las obras de misericordia en un Estado laico? ¿Es compatible la descentralización con la centralización autonómica de los recursos? ¿Estamos los turolenses en el derecho de autodeterminación e integrarnos donde nos convenga? Son tantas y tantas las preguntas para un silencio tan ruidoso... Mójense, señores, y no teman a sus mayores. Olviden las consignas de partido y vuélvanse la pueblo que les vota: respeten la ley no escrita, la opinión pública. Queremos saber, políticos, quienes sois y como pensáis. Comprometeos como el ciudadano Torres y yo mismo.  



1 comentario:

  1. El hombre íntegro ha de ser necesariamente valiente. El hombre medroso, pusilánime, ¿sirve de algo que no sea de siervo?

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